El auge actual del turismo rural, así como la herencia o compra de una casa de pueblo puede hacer que valoremos la idea de cómo montar una casa rural o un negocio rural. En ese instante, comienza el sueño y también surgen las dudas de la rentabilidad, los costes asociados, los permisos y registros que se necesitan, cómo decorarla, qué personal es necesario y qué funciones debe realizar. También es frecuente tener dudas sobre qué programas de gestión pueden ayudarnos y cómo…
Desde La Solución Rural os ofrecemos varios artículos con algunos consejos a tener en cuenta.
Montar casa rural
En este punto podemos encontrarnos con diferentes casos que explicamos a continuación.
Propiedad del inmueble
En muchas ocasiones los propietarios heredan una casa antigua que ha pertenecido a la familia en un pueblo.
Probablemente el precio de mercado de esa casa es bajo o muy bajo, más si tenemos en cuenta el valor sentimental añadido de la misma.
Por otra parte, esos mismos propietarios son conscientes de los costes fijos que supone mantenerla (agua, luz, impuesto de bienes inmuebles…) para disfrutarla tan solo algún que otro fin de semana o puntualmente en algún periodo vacacional.
Ante esta situación se plantean la posibilidad de hacer algo con ella que al menos cubra su mantenimiento, e incluso sacar algo de beneficio que ayude a la economía familiar.
Aquí surge la idea de montar una casa rural, las dudas de cómo empezar el negocio en un pueblo o una localidad pequeña, si realmente queremos llevar adelante abrir un espacio en un paraje rústico como medio de vida o como forma de obtener unos ingresos extras, bien sea con una casa de pueblo, un hotel rural o un albergue.
Incluso saber si es rentable la casa rural no puede provocar más de un quebradero de cabeza si no sabemos muy bien cómo gestionar todo el papeleo y gestionar la contratación del personal.
En otras ocasiones hay personas que se plantean un cambio de vida. Estudian las opciones de cambiar el ruido y el estrés de las ciudades para acercarse a un entorno más rural que les proporcione menos estrés y más tranquilidad y paz para que les permita disfrutar más de la vida y de las pequeñas cosas.
En estos casos surge de nuevo la idea de qué negocio poner en un pueblo, de montar un negocio en casa y de ahí la de emprender con un hotel o casa de pueblo.
Se plantean o bien desplazarse al pueblo donde tienen ya una casa familiar o bien comprar una casa por un módico precio para convertirla en su propio negocio.
De nuevo, las dudas: ¿es rentable una casa rural? ¿Cómo podemos empezar con nuestra idea? ¿Qué requisitos son necesarios? ¿Existen ayudas? ¿Hay subvenciones para el turismo rural?
Por último, existe también la posibilidad (mucho menos reconocida que el resto por el desconocimiento de la misma) de quien se plantea acceder a una licitación pública de una casa de turismo rural, albergue o incluso un hotel rural en algún pueblo cercano a nuestro municipio.
En estos casos, aunque no es algo permanente, sí tienen la obligación de llevar a cabo el negocio rural durante un tiempo determinado indicado en la licitación.
Una vez más, surgen dudas: ¿Cómo acceder a una licitación? ¿Qué trámites necesito hacer? ¿Es rentable un negocio rural? ¿Cómo se lleva la gestión del turismo rural?
Permisos necesarios para montar una casa rural
Los permisos que se necesitan para montar una casa rural dependen de la comunidad autónoma en la que esté ubicada la casa rural.
Por una parte, están los permisos de licencia de obra (ya sean menores en caso de pequeñas reformas o mayores si se habla de reconstrucciones), que hay que solicitar en los ayuntamientos de las localidades donde estén ubicadas los alojamientos rurales.
Por otra parte, están los permisos y licencias en materia de turismo, que dependen de cada comunidad y se suelen realizar en las capitales de provincia.
La clasificación y nomenclatura de las casas rurales dependen también de la normativa de cada comunidad autónoma (en la Comunidad Valenciana por ejemplo van por estrellas, mientras que en Aragón lo hacen por espigas.)… Hay comunidades mucho más estrictas en normativa que otras.
Lo que es común en todo el territorio español es la obligación de inscribir las casas rurales o cualquier tipo de alojamiento rural en Turismo, así como de informar de cualquier cambio del mismo.
En la mayoría de ocasiones, la inscripción es gratuita y sólo hay que hacer un trámite burocrático, que aunque no conlleva un coste, sí que implica tiempo y papeleo (en la Comunidad Valenciana, por ejemplo, se necesita formalizar un impreso, documentación acreditativa de la persona física o jurídica y una declaración responsable del interesado).
Previamente a la inscripción recomendamos tener claro la categoría en la que vamos a inscribir el alojamiento rural.
Esto va en función de la normativa vigente, es decir, número de plazas, medidas de las habitaciones y zonas comunes, baños incorporados o no a las habitaciones, si la queremos hacer de uso compartido o no compartido, etc… lo que nos dará lugar a incluirla en la categoría correspondiente (1, 2, 3, 4 o 5 estrellas o lujo; 1, 2, 3, 4 o 5 espigas…según cada comunidad).
Por norma general (según Comunidades), hay que inscribir el alojamiento según este criterio y con declaración responsable, es decir, no hay que pasar ninguna inspección previa obligatoria, aunque una vez inscrita el órgano correspondiente puede realizar la inspección para comprobar que es correcto y veraz, por lo que es importante tener la normativa y los puntos descritos muy claros antes de realizar la inscripción.
Decoración de casas rurales
Una vez los propietarios tienen su casa o alojamiento rural, hay que ponerla en marcha. En este punto es importante a tener en cuenta la decoración y/o los detalles del establecimiento.
Cuando se piensa en cómo decorar una casa rural, la tendencia suele ir hacia mobiliario y decoración más rústico, acorde al entorno rural donde esté enclavado, ya que es lo que el futuro cliente suele esperar de este tipo de alojamientos, pero también es cierto que en los tiempos que corren podemos decorar una casa rústica moderna y darle un toque diferente mezclando ambos estilos.
La decoración de casas rurales con encanto es importante, puesto que dará personalidad a la casa. Se pueden encontrar muchas ideas para decorar casas rurales por internet, pero hay que tener claro el presupuesto. No hace falta gastar mucho. Se puede decorar una casa rural con poco dinero, tratando de minimizar el coste y aprovechando los recursos que tanto la casa como la propia naturaleza o el entorno nos ofrece.
No hay que olvidar la premisa de “menos es más”, y cuando se trata del entorno rural no se esperan grandes lujos, sino comodidad, naturaleza y que sea acogedor.
Hoy en día tenemos muchas opciones e ideas para reciclar, por lo que uno puede crearse su propia decoración a partir de lo que nos ofrece nuestro alrededor.
No se puede obviar mientras pensamos en cómo decorar una casa rural el ir pensando en nombres de casas rurales, de modo que la elección del nombre o de la decoración de la casa nos ayude también con la otra parte.
Personal
El personal necesario para una casa o alojamiento rural depende de muchos factores. En el caso de casas rurales hablamos de las plazas de la casa, la modalidad (de uso exclusivo, es decir, alquiler por habitaciones, o de uso compartido, es decir, alquiler completo de la casa), la oferta o no de restauración (en este caso hay que saber si la normativa nos obliga a ofrecer como mínimo desayuno o no), la tecnología disponible para la apertura de habitaciones…
En el caso de albergues, hostales, incluso de hoteles rurales, hablamos principalmente del número de plazas y de la oferta de restauración.
Inicialmente hay que pensar en la llegada y salida de los clientes y, por tanto, en la disponibilidad para recibirlos y despedirlos (importante para recibir el pago de los servicios si no lo han efectuado previamente a la estancia).
Las horas de llegada suelen ser por la tarde/noche, y además de la atención al cliente (indicar la situación de la habitación, las zonas comunes, uso de cocina y enseres, uso de la calefacción y/o aire acondicionado) hay que tener en cuenta que debemos tomar datos de los clientes (nombres y apellidos, datos del DNI o pasaporte) para rellenar las hojas de registro de los huéspedes que, además de necesitarlos para enviarlos a la guardia civil o policía, nos pueden servir en un futuro como herramienta para envío de ofertas, promociones, descuentos o recordatorios de futuras estancias. La hora de salida suele ser por la mañana o hacia el mediodía.
En base a todo esto, se necesita a alguien que atienda esas necesidades de los clientes, que son quienes forman parte indispensable de nuestro proyecto rural.
En función de la disponibilidad del propietario para realizar estas funciones, hay que plantearse la contratación o no de personal para realizarlas. Lo ideal, práctico y deseable es empezar a hacerlo el mismo propietario, de modo que por una parte adquiera la experiencia y las tablas para poder delegarlo posteriormente mientras, por otra parte, se minimizan gastos fijos mensuales del comienzo y se estudia la rentabilidad del negocio.
Además, hay que llevar una pequeña contabilidad del negocio. El mismo propietario puede llevarla a cabo (hay programas fáciles de aplicar en negocios pequeños) o delegarlo en alguna gestoría (suelen tener precios económicos y accesibles, y es importante valorar varias opciones para minimizar los gastos. Hoy en día no es necesario tener la gestoría en el mismo municipio, puesto que la mayoría de trámites tienen la opción de realizarse telemáticamente).
Por último, hay que saber que se deben lavar las toallas y las sábanas y limpiar las habitaciones y la casa. Aunque lo primero no se trate de “personal” propiamente dicho, sí que hay que tenerlo en cuenta cuando la opción es contratar a alguien para realizar las funciones de entrada y salida de los clientes (check-in, check-out), puesto que podemos añadir a esas funciones el lavado de la ropa (a tener en cuenta que la mayoría de normativa en caso de uso compartido exige y/o sugiere la existencia de una lavadora para uso de los clientes), e incluso la limpieza de la casa (para ello, existen ratios dentro de la hostelería en base a la experiencia en los que apoyarnos para estipular el tiempo necesario de limpieza de una habitación).
Por supuesto, antes de la contratación de personal hay que averiguar las posibles ayudas y/o subvenciones que puedan existir en la comunidad respecto a este tema, más tratándose del mundo rural.
Programa de gestión rural
Existen diferentes programas, PMS o motores de reserva que pueden ayudar a los propietarios de alojamientos rurales a gestionar sus reservas.
Además, la mayoría de ellos tienen la opción también de conectarse con diferentes portales de publicación de alojamientos (como Booking, Toprural, Escapada Rural, Rusticae…), de manera que desde un sólo programa se pueden gestionar todas las estancias que tienen y van a tener dichos alojamientos rurales.
Antes de contratar este tipo de programas hay que tener en cuenta varios puntos que nos pueden ayudar a decidirnos por uno u otro.
El primer punto para elegir un programa de gestión rural es:
- Coste mensual de cada programa: para alojamientos con pocas habitaciones o número de plazas podemos encontrarlos desde poco más de 65€/mes.
- Conectividad con los diferentes portales de reservas: con los que queramos o vayamos a trabajar como los que hemos visto antes (channel manager), la posibilidad de facturación, la posibilidad de imprimir las fichas de registro de los clientes (así tenemos mejor control y no tendremos que hacerlas en un word diferente, además de guardar los datos…).
- Cumplimiento con la Agencia de Protección de Datos
- Integración con la disponibilidad de habitaciones entre los diferentes portales y la propia web: en caso de que la tengamos, la opción de poder enviar a través de un archivo específico la “ficha de policía” a las autoridades correspondientes a través de internet
- Posibilidad de modificar los precios de las estancias en función a nuestro criterio cuándo y cómo quieran los propietarios
- Atención telefónica personalizada y profesional.
En definitiva, valorar todas las opciones y su precio para tomar la mejor decisión, puesto que plantearnos un cambio a posteriori puede conllevar muchos trastornos.