Iniciar y desarrollar un negocio en un entorno natural puede ser rentable. La rentabilidad de una casa rural o de un hotel rural depende, en la mayoría de ocasiones, de nosotros mismos y de focalizar nuestro esfuerzo en aquellas tareas, acciones y/o servicios que favorecen la ocupación y, por tanto, los beneficios y la rentabilidad.
Rentabilidad de una casa rural
Ante la posibilidad de sumergirnos en un proyecto de negocio rural, la primera duda que surge es si ¿es rentable montar una casa rural? Para responder a esta pregunta, lo primero que debemos saber es que el turismo rural está en auge, y cada año las reservas en entornos rurales aumentan más.
A pesar de que el turismo urbano muestra síntomas de ir decreciendo, por contra las cifras del turismo rural siguen en aumento año tras año, por lo que podemos deducir que una casa rural o un establecimiento rural es rentable y, además, parece que va a continuar siéndolo por muchos años.
Además, por otra parte, cabe destacar que el precio del turismo urbano en la mayoría de ciudades se ha estancado o incluso ha bajado con respecto a años anteriores, mientras que los precios del turismo rural van en aumento. El cliente está dispuesto a pagar más por un turismo en un entorno rural y natural que por un turismo de ciudad.
Probablemente, este comportamiento del cliente se debe a la búsqueda cada vez más afianzada de una escapada al estrés y a la polución que todos, en mayor o menor medida, llevamos en cualquier ciudad. Además, la oferta del mundo rural es cada vez más amplia cuando se buscan aventuras o formas diferentes de disfrutar con la familia y amigos.
Evidentemente, la rentabilidad de una casa rural, o de cualquier alojamiento rural va a ir en función a las habitaciones o plazas que tenga el establecimiento.
En este punto, y aunque parece ya a simple vista bastante obvio, recomendamos que cuando se tiene una casa rural o un alojamiento rural de pocas plazas o habitaciones, se busque la simplicidad en la gestión, es decir, se deleguen aquellas funciones o aspectos que menos se controlan y más profesionalidad necesitan (como el yield management o la presentación de impuestos) para ocuparse y responsabilizarse del resto de tareas para las que se requieren menos experiencia (como la atención al cliente, la limpieza, el lavado de ropa…).
De este modo, en establecimientos pequeños se reducen los gastos fijos mensuales y se externalizan únicamente aquellos trabajos que más influyen en la rentabilidad de una casa de turismo rural.
Esto, porqué no, también permitirá que quizás en un futuro el propietario pueda plantearse ampliar el proyecto con nuevas casas o alojamientos.
Por otra parte, cuando se tienen varias casas rurales o un alojamiento con más plazas o habitaciones, el propietario puede plantearse delegar más funciones de las ya comentadas (como contratar a personal por horas para realizar las tareas de check-in y check-out y/o la limpieza o lavado de ropa) para dedicarse al control y supervisión de todas las funciones.
En efecto, la rentabilidad de un hotel rural es mayor, siempre y cuando se haga una buena gestión de los ingresos y de los gastos (como ya hemos comentado en el artículo «Cómo gestionar una casa rural» ).
Si hablamos de márgenes de beneficio respecto a los servicios que ofrecemos, debemos saber que todos los productos que se ofrecen deben tener ese margen, aunque el porcentaje de los mismos sea variable. En términos generales, podemos indicar aquellos productos y servicios que deben dar beneficios a una casa rural ordenados de mayor a menor relevancia:
- Alquiler de habitaciones: Es el producto o servicio estrella y, por tanto, lo que más beneficios ofrece. De aquí la importancia de realizar una buena gestión diaria de precios y condiciones para maximizar su rentabilidad. Como hemos comentado, si en este punto no tenemos mucha experiencia o conocimientos, es recomendable delegar o externalizar esta parte, puesto que es lo que más beneficios puede aportarnos.
- Comidas y cenas: Lo primero que tenemos que saber es que en la mayoría de normativas de las comunidades autónomas no es obligatorio, por lo que depende del propietario ofrecerlo o no, y quizás al principio es más interesante no hacerlo para ir estudiando el negocio y valorar si interesa aumentar los servicios en un futuro. Además, también depende del tipo de establecimiento y del cliente al que nos dirigimos, puesto que existen muchos alojamientos que se alquilan completos y que incluyen una cocina para que el cliente pueda hacerse lo que quiera. En caso de proporcionarlo, el margen va a depender bastante del tipo de menú que se ofrezca. Un producto de alto nivel puede aportar más beneficios, pero hay que tener en cuenta que también el coste puede dispararse (contratación del cocinero, gestión de compras de los productos, el propio producto en sí…). Lo que es recomendable y sugerimos es que se ofrezca una buena calidad/precio, un producto típico de la zona y orientado al cliente a quien nos dirigimos (si son más familias, o más parejas…).
- Desayunos: Por lo general, aquellos alojamientos que alquilan las habitaciones individualmente suelen ofrecerlo, eso sí, siempre por un precio adicional por persona. En cambio, aquellos establecimientos que se alquilan al completo suelen carecer de este tipo de servicio ya que, como hemos dicho en el caso de las comidas y cenas, se dispone de una cocina donde el cliente puede prepararse lo que quiera (normalmente son grupos de amigos o una familia que viene ya con la compra desde su origen o que hacen la compra en el mismo lugar donde se ubica la casa).
Por otra parte, es importante aprovechar cualquier recurso que nos proporcione nuestro entorno, partiendo de la premisa que siempre se pueden gestionar las ayudas para casas rurales y otros puntos importantes. Entendiendo como tal, ya no sólo la propia naturaleza, sino también todas aquellas empresas con las que poder establecer algún tipo de relación mercantil, y que también ahora con el auge “rural” aparecen como otro tipo de negocio:
- Empresas de Turismo Activo: Actualmente, en prácticamente todas las comarcas del territorio nacional, han emergido este tipo de empresas que se dedican a organizar actividades en un entorno rural que pueden ir desde gymkanas de pruebas para grupos de amigos o familias hasta rutas de senderismo o trekking. Es interesante prestar atención a este tipo de empresas y tratar de iniciar una colaboración con ellas, puesto que en muchos casos se dirigen a grupos grandes formados por familia o amigos que celebran algún evento (despedida de soltero/a, escapada familiar con motivo de alguna celebración, grupos de amigos del cole…) a los que podemos ofrecer el alojamiento una vez terminan las actividades. Por otra parte, a esa empresa de turismo activo puede interesarles también nuestra colaboración, ya que de ese modo pueden ofrecer sus actividades e incluso hacer paquetes para un fin de semana completo. Normalmente, se acuerdan unas comisiones o precios fijos por ofertar a nuestros clientes dichas actividades y viceversa. Incluso en la propia web se pueden ofertar este tipo de servicios por un precio adicional. De este modo, hacemos publicidad abriendo más campos de clientes “potenciales” y se fomenta el turismo en esa zona.
- Bodegas, pistas de esquí, molinos antiguos, empresas relacionadas con la micología o reuniones de seteros, spas…: España es un país rico en producción de vino y aceite de oliva. Es por ello por el que podemos encontrar muchas bodegas en todo el territorio nacional. Cada vez hay más personas interesadas en realizar catas de vino o aceite de oliva o en ir a recoger setas al monte, por no hablar de la práctica de esquí… Quizás en nuestro entorno podemos encontrar una de esas bodegas o empresas con las que poder colaborar para ofrecer a los clientes no sólo el alojamiento rural, sino también la actividad que desean hacer o, sólo al leerlo, suponga un añadido a su escapada que les haga decantarse por nuestro alojamiento. Es muy importante observar con detenimiento nuestro entorno para saber todo lo que ofrece, e incluirlo, siempre que sea posible, en nuestra oferta. Todos esos productos tienen su propio nicho de mercado, aunque a priori no nos lo parezca, por lo que debemos verlo como una forma de expandirnos y de abrir mercado. Una bodega, un spa, un antiguo molino con alguna actividad tradicional, una reunión para recoger setas…puede ser una nueva fuente de ingresos o una apertura a un nuevo nicho de mercado. Tenemos que estar al tanto para aprovechar todas las oportunidades que nos brinda nuestro entorno y/o nuestra población e incluirlas en nuestra web, dándoles también publicidad. Todo ello puede contribuir a la rentabilidad de una casa rural.